Infancia
EL ASOMBRO DE LOS PRIMEROS PASOS
EL ASOMBRO DE LOS PRIMEROS PASOS
Dificultades Emocionales y de Comportamiento
Ansiedad y miedos: Esto incluye ansiedad por separación, fobias específicas (a la oscuridad, a los animales), ansiedad social, o preocupaciones excesivas que interfieren con su día a día.
Tristeza, irritabilidad o bajo estado de ánimo: Pueden ser signos de depresión infantil, que a menudo se expresa de manera diferente a la del adulto, con irritabilidad, quejas físicas o cambios en el sueño y el apetito.
Problemas de conducta: Agresividad (física o verbal), rabietas frecuentes e intensas que no concuerdan con la edad, desafíos a la autoridad, desobediencia persistente o comportamientos destructivos.
Problemas de sueño: Dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos frecuentes o pesadillas recurrentes que generan malestar.
Problemas de alimentación: Dificultades para comer, selectividad extrema, o patrones de alimentación restrictivos que afectan la salud o el desarrollo.
Impacto de Eventos Vitales y Trauma
Duelo o pérdidas: La muerte de un familiar, amigo o mascota, o la separación de los padres pueden generar un proceso de duelo complejo que requiere acompañamiento.
Trauma: Experiencias como accidentes, desastres naturales, abuso (físico, emocional o sexual), negligencia o exposición a violencia.
Acoso escolar (bullying): Ser víctima o testigo de bullying puede tener graves consecuencias en la autoestima, el estado de ánimo y el desarrollo social del niño.
Cambios significativos en la vida: Mudanzas, cambio de colegio, nacimiento de un hermano, que pueden generar estrés y dificultad de adaptación.
Problemáticas Familiares
Conflictos familiares intensos: Peleas constantes entre los padres, hermanos, o dificultades en la comunicación familiar.
Problemas de disciplina: Dificultad para establecer límites claros y efectivos, lo que lleva a un ciclo de confrontación y frustración.
Estrés parental: Padres que se sienten desbordados, ansiosos o deprimidos, lo que puede impactar en su capacidad para atender las necesidades emocionales de sus hijos.
Desregulación emocional
Baja tolerancia a la frustración: Pequeños contratiempos o el hecho de no conseguir lo que quieren de inmediato pueden desencadenar respuestas emocionales muy fuertes, lo que limita su capacidad para aprender de los errores o persistir en tareas.
Problemas para identificar emociones: Algunos niños tienen dificultades para reconocer y nombrar sus propias emociones y las de los demás. Esto puede llevar a confusiones o a expresar el malestar a través de conductas problemáticas en lugar de palabras.
Somatizaciones y Problemas Psicosomáticos
Dolores físicos recurrentes sin causa médica: Dolores de cabeza, de estómago, náuseas o fatiga crónica sin una explicación física clara. Estos síntomas suelen aparecer en momentos de estrés o ansiedad, como antes de ir al colegio.
Eneuresis diurna o nocturna y Encopresis: Problemas con el control de esfínteres más allá de la edad esperada, especialmente cuando no hay una causa médica subyacente. A menudo están relacionados con el estrés, la ansiedad, o dificultades emocionales.
Tics nerviosos: Movimientos o vocalizaciones involuntarias repetitivas (parpadeo constante, carraspeo, movimientos de hombros) que suelen aumentar con el estrés o la fatividad.
Problemas de Autoestima e Imagen
Retraimiento social o timidez extrema: Algunos niños evitan interactuar con otros por miedo al rechazo o a no ser "suficientemente buenos".
Perfeccionismo excesivo: La necesidad de que todo sea perfecto, lo que lleva a la ansiedad, la frustración y la evitación de tareas por miedo a no cumplirlas a la altura de sus propias expectativas imposibles.
Distorsión de la imagen corporal: Preocupación excesiva por el peso, la forma del cuerpo o la apariencia, incluso en edades tempranas, que puede ser un indicador de problemas de autoestima o incluso el inicio de trastornos de la conducta alimentaria.
Comportamientos Obsesivos y Compulsivos
Rituales o rutinas rígidas: Necesidad de hacer las cosas de una manera muy específica o repetitiva, y gran malestar si no se pueden cumplir esos rituales.
Preocupaciones excesivas o pensamientos intrusivos: Pensamientos recurrentes e indeseados sobre la limpieza, la seguridad, la perfección o el miedo a que algo malo ocurra.
Problemas de Vínculo y Apego
Dificultad para establecer relaciones seguras: Niños que evitan el contacto físico o emocional, que son excesivamente dependientes, o que tienen relaciones muy ambivalentes con sus figuras de apego.
Regresiones evolutivas: Volver a comportamientos de una edad anterior (por ejemplo, volver a mojar la cama, pedir biberón) en respuesta a un estrés o cambio significativo.
Conductas desafiantes o agresivas en un intento de buscar atención: A veces, las "malas conductas" son un grito de ayuda para que se les preste atención, incluso si es atención negativa, debido a una percepción de falta de conexión o seguridad emocional.
Retos en el Desarrollo y el Aprendizaje
Dificultades de aprendizaje: Sospecha de dislexia, discalculia u otras dificultades específicas que afectan la lectura, escritura o matemáticas, a pesar de un esfuerzo adecuado.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Problemas significativos de atención, impulsividad e hiperactividad que afectan a su autoestima, las relaciones sociales y el funcionamiento diario.
Problemas de socialización: Dificultad para hacer amigos, mantener relaciones, iniciar interacciones sociales o entender las normas sociales. Esto puede incluir sospechas de Trastorno del Espectro Autista (TEA).